EL ÁRBOL Y LA NUBE
Un árbol anda de aquí para allá bajo la lluvia,
de prisa, ante nosotros, en lo gris derramándose.
Lleva un recado. Saca vida de la lluvia
como un mirlo en un jardín de frutales.
Cuando la lluvia cesa, el árbol se detiene.
Se vislumbra derecho, quieto en noches claras,
en espera, como nosotros, del instante
en que los copos de nieve florezcan en el espacio.
CARA A CARA
En febrero lo vivo estaba inmóvil.
Los pájaros preferían no volar y el alma
rozaba en el paisaje como un barco
roza en el muelle al cual está amarrado.
Los árboles daban su espalda hacia aquí.
El grosor de la nieve se medía con pajas muertas.
Envejecían las huellas de pasos sobre el hielo.
Bajo un toldo se derretía el lenguaje.
Un día llegó algo hasta la ventana.
El trabajo se detuvo, yo levanté la vista.
Los colores ardían. Todo se dio la vuelta.
La tierra y yo dimos un salto hacia el otro.
JAICU 18
Mírame, estoy
como un lanchón en tierra.
Soy feliz aquí.
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Los dos poemas pertenecen al libro Secretos en el camino (1958), se encuentran en: Tranströmer, Tomas. Para vivos y muertos (Antología). Traducción de Roberto Mascaró. Madrid: Editorial Hiperión, p. 42, 43.
El Jaicu figura en: Tranströmer, Tomas. 29 jaicus y otros poemas. Traducción de Roberto Mascaró. Buenos Aires: Ediciones Imaginarias, 2003, p. 58.