Por Jorge Ladino Gaitán Bayona,
Profesor de la Universidad del Tolima, Colombia,
En Cusco, el ombligo del mundo según los Incas, nació en 1991 Sieteculebras,revista Andina de Cultura. Treinta y ocho números hasta 2015 y la persistencia del director Mario Guevara Paredes por continuar la senda constituyen una gesta en el ámbito cultural latinoamericano. No es un secreto que nacen múltiples revistas, pero pocas alcanzan una vida de largo aliento. Como bien lo destaca Mario Guevara en una entrevista concedida a Daniela Melo Morales:
“El proceso ha sido largo y trabajoso porque luchamos contra la desidia de un Estado (el peruano) que le importa poco o nada la cultura viva. La revista se editó en una etapa nefasta para la cultura peruana como fue la fujimorista. Al gobierno del mafioso Fujimori la cultura le importaba un carajo. Fueron diez años de incansable batallar contra la mediocridad reinante en los entes encargados de difundir cultura. A los gobiernos que han seguido al de Fujimori, tampoco les importa la cultura porque, según ellos, no es de prioridad nacional. Ahora, nuestra principal proyección es seguir editando la revista por muchos años más. Además, digitalizarla y hacerla conocida en las redes” (Entrevista para la revista Ergoletrías, de la Universidad del Tolima, 2014).
Sieteculebras es un espacio intercultural en el que dialogan literaturas del Perú, Latinoamérica y el Mundo. Lo local y lo universal, lo prehispánico y lo postmoderno, convergen en bellas ediciones que circulan por el mundo. La revista, de carácter independiente y sin sesgos ideológicos, recoge cuentos, poemas, entrevistas, reseñas y ensayos de autores peruanos y extranjeros. A nivel de crítica literaria, sus páginas están abiertas a reflexiones juiciosas de las propuestas estéticas tanto de autores contemporáneos, como también de voces emergentes que generan otros encuentros con la belleza, las cuales, muchas veces, son invisibilizadas por la academia y el mercado.
Con relación al título de la revista, el escritor, periodista y crítico literario Rafael Ojeda señala en su artículo “Sieteculebras en la ciudad de Córdoba”: “El nombre de la revista Sieteculebras se inspira en el nombre de aquella conocida calle cusqueña: la calle Siete Culebras. Una calle inca, de las más hermosas de Cusco, ubicada en el lugar conocido durante el periodo incaico como Amaru Ccata, que en aquella época se caracterizaba por tener catorce serpientes en relieve, grabadas o esculpidas en las paredes de piedra, siete a cada lado, lugar que con el paso de los años se convirtió en la calle Siete Culebras” (artículo incluido en el No. 38 de la Revista Sieteculebras, 2015).
Sieteculebras tiene colaboradores y corresponsales en varios países del mundo. Su director, Mario Guevara Paredes (1956), es narrador, guionista de cine, promotor cultural y autor de los libros: El desaparecido; Fuego del sur, tres narradores cusqueños; Matar al negro; Usted, nuestra amante latinoamericana; y Cazador de gringas. Este último, con varias ediciones al presente, es fundamental en la historia del cuento peruano. El relato que da título al libro introduce al arte un nuevo concepto: el brichero, es decir, “un irresistible conquistador de extranjeras (…) constructor de lazos perdurables entre el Perú de los Incas y las naciones gringas de éste y del otro lado del océano”, tal como lo define Eduardo González Viaña, profesor de Literatura Hispanoamericana de la Universidad Berkeley de los Estados Unidos, en un prólogo de Cazador de gringas. El brichero aprovecha su condición de mestizo peruano para seducir extranjeras mediante una curiosa combinación de saber local y saber universal: hablar de mitos, símbolos y maravillas arqueológicas incas, pero también hablar en inglés y bailar adecuadamente ritmos extranjeros. Cazador de gringas fue llevada al cine por el director peruano César Galindo y en la versión libre del cuento intervino como guionista el propio Mario Guevara.
Veinticinco años de persistencia han hecho que, número tras número, Sieteculebras sea una de las revistas claves en el panorama latinoamericano, con una emergente proyección internacional gracias al esfuerzo de su director, el escritor Mario Guevara Paredes. Su ejemplo es valioso, incluso, como prueba de que las regiones –ajenas al centralismo de las capitales- pueden generar dinamismo cultural conectado lo local con lo universal. Es una labor quijotesca la del escritor peruano en una Latinoamérica donde el arte no ocupa un papel protagónico en las agendas políticas. Tanto Mario Guevara, como todos los escritores y lectores que mantienen viva la revista Sieteculebras, son la mejor evidencia de que “las personas son del tamaño de sus sueños¨, así como lo expresa un verso del poeta portugués Fernando Pessoa.