Por
Benhur Sánchez Suárez
La historia que se olvida trae
como consecuencia la repetición inútil y muchas veces catastrófica de fórmulas
que no logran soluciones y nunca llegan a la verdad.
En realidad este es el panorama en que
nos debatimos, como una patria boba permanente en la cual los colombianos nos
matamos unos a otros en pos de ideales confusos mientras se mantienen incólumes
en su poder y su riqueza los mandamases históricos de siempre.
De ahí que el olvido sea la fórmula
más socorrida de anestesia colectiva para mantener sometida a una sociedad como
la nuestra, siempre arribista, sin conciencia, más proclive a la corrupción, al
robo y al despojo, que a la convivencia pacífica donde se incuba el progreso de
los pueblos. Por eso nuestro atraso en todos los órdenes.
Pero resulta que esta realidad de
horror vuelta mercancía, que se tapa con escándalos, prostitución y vandalismo,
tiene un escape que no permite que pase impune y, de paso, da testimonio de su
existencia: La Literatura.
La Literatura y el Arte son los únicos
que preservan a la sociedad, impiden que desaparezca, mantienen sus coordenadas
como faros y hacen que las atrocidades, engaños y traiciones nunca se olviden.
Y en este caso, la poesía. Porque el
libro Buzón de naufragios, de Jorge Ladino Gaitán Bayona, es
precisamente como una bofetada a esta sociedad engañada y olvidada de su
historia. Son casi gritos o alaridos, poéticamente pronunciados, que llaman la
atención al lector. Es, en verdad, un sorprendente libro de poemas.
“Perdonarás la lluvia, / el país
eligió su invierno queriendo ahogarse / y la historia saca la cabeza sin
importar el río y su revuelta. / No intentes sacarla, / siempre anda húmeda de
sangre y estiércol, / de líquidas gramáticas y próceres poetas, / putica de
falsas genealogías bajo un cielo de paraguas negros. / ¿Qué importa la
historia? / A veces juega a arrojar el sol por un rato / y uno sale igual
con su abrigo y su tristeza”.
Este poema, por ejemplo, bajo el
título de “Perdonarás la lluvia”, logra ejercer el poder de revolver la
conciencia con un lenguaje preciso y sugerente. O, por lo menos, inquietarla.
Pero la poesía no soluciona nada. Sólo
resume bellamente a una frase todo el horror y la sinrazón del mundo.
Y si, la poesía nos sirve de
exorcismo, bien claro nos lo indica la presentadora del libro (María Aparecida
Rodrigues Fontes): “Para Jorge Gaitán traer a la luz las tablas del hastío, ese
universo de persecución y tristezas, consiste en ajustar las cuentas con la
historia y con el pasado traumático”.
Y para nosotros implica no olvidar
para no repetir.
Una bella forma de conciencia.
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Publicado en: El Nuevo Día, el periódico de los
tolimenses, sección Opinión, p. 6A, Miércoles 30 de Mayo de 2012. El
vínculo web es:
DATOS
DEL AUTOR
Benhur Sánchez Suárez es un
pintor, gestor cultural y escritor nacido en Pitalito, (Huila, Colombia) en
1946. Ha publicado las novelas La solterona (1969, finalista en el
prestigioso Premio de Novela ESSO en 1968), El cadáver (1975), A
ritmo de hombre (1979), La noche de tu piel (1979), Venga le digo
(1981), Memoria de un instante (1986), Así es la vida, amor mío
(1996), Victoria en España (2001), El frente inmóvil (2007) y Buen
viaje, General (2010). A nivel cuentístico se encuentran sus libros Los recuerdos sagrados (1973), Cuentos
con la Mona Cha (1997) e Historia de
los malos tiempos (2012). Ha publicado los libros de ensayo Narrativa e
historia (1987), Identidad cultural del Huila en su narrativa
(1994), Esta noche de noviembre
(1998) y Mi ejercicio de la reflexión
(2012). Textos suyos han sido traducidos al inglés, francés, alemán e italiano.
Además, ha ejercido el periodismo cultural y sus obras pictóricas han sido
expuestas en diversos museos. En la actualidad tiene una columna de opinión los
miércoles en El Nuevo Día, el periódico
de los tolimenses.